"Ojos de Rata", así lo llamaban sus compañeros de escuela, pues amigos no tenía, siempre fue un chico problemático, con problemas de adaptación social, no se llevaba con nadie, al inicio trataron de integrarlo a los distintos grupos, y siempre terminaba mal la cosa, porque "Ojos de Rata" siempre se pasaba de listo, mentía sobre su vida. Siempre fue así, desde pequeño.
Cuando fue creciendo, aprendió a mimetizarse y vio que las mujeres eran más empáticas con él, pero, no había reciprocidad en cuanto a esa participación afectiva. En síntesis, "Ojos de Rata" no tenía ningún sentimiento bueno hacia sus semejantes. Siempre le ocurría lo mismo, desde no sentir pena por la muerte de la mamá de Bambi, hasta empezar a ver a la gente como meros peones para cumplir sus fines más nefastos.
"Ojos de Rata" se casó muy joven, embarazó su esposa antes de pedirle matrimonio incluso, sabía que un bebé era una bendición para el hogar, en la mente de su amada, obviamente, porque seamos sinceros, para "Ojos de Rata" todos eran meros elementos que debían servirle a él y solo a él.
Pasaron los meses, y la relación empezó a empeorar, "Ojos de Rata" era todo, menos paciente, gritaba porque la comida no estaba, porque el bebé lloraba, la pobre esposa no sabía como hacer para calmar a su esposo, quien ansiaba un alma que esté dispuesta a cuidarlo más que a un bebé. Luego de los gritos vinieron, los golpes, uno que otro para corregir a su pareja, porque evidentemente para "Ojos de Rata" la mujer estaba para servir, así le enseñó su papá, y más que una enseñanza, fue algo que siempre le gustó a "Ojos de Rata", la idea de someter a la gente que consideraba débil, sean niños, mujeres o cualquier persona que a sus ojos no pueda defenderse por sí misma.
Una noche, la cosa se puso fea, después de años de sometimiento, la mujer decidió ponerle punto final a todo lo relacionado a su vida con "Ojos de Rata", tuvo la osadía de querellarle por su relación con otras mujeres, su falta a la verdad y el hecho de que siempre maltrataba al pequeño Julito, su hijo de entonces seis años de edad. Esto enervó los ánimos de nuestro personaje, lo enervó tanto que sólo imaginaba que le rompía la cara a su esposa irrespetuosa, y la imaginación se hizo realidad, la pobre esposa salió corriendo en busca de ayuda, apenas pudo llegar a lo de la vecina y ésta apresurada llamó a la policía. Llega la policía y ven a la mujer ensangrentada, le toman la denuncia, y en eso el oficial le dice "No deberían llegar a este punto, tienen un hijo pequeño, a veces hay que moderar la boca para no provocar" y se retiró.
Obviamente, la esposa volvió, pues "Ojos de Rata" se sintió muy mal por su actuar, le llevó flores, chocolates, le compró una joyas divinas, y un vestido recatado para demostrar el profundo amor que sentía por ella. Pasaron los días, semanas y al tercer mes, nuevamente empezaron los reclamos, está vez él le cuestionó el hecho de que llegase a la casa media hora después de su horario habitual. "Es que hubo un embotellamiento y el bus no se movía" dijo ella, entonces él le dijo "Siempre justificando tu puterío, al pedo te vas a trabajar, no se justifica, solo para meterte con tu jefe te vas". Ella decidió salir de la casa, y empezó a empacar sus cosas, en eso él le agarró del brazo y la encerró en el baño, le dice que hasta que no se calme no va a salir de allí. El pobre Julito estaba escondido debajo de la mesa, "Ojos de Rata" solo atina a decir "Tranquilo Julito, mami y papi están solucionando sus problemas, no pasa nada".
Después de eso episodio volvieron las flores, las serenatas, las cenas románticas, "Ojos de Rata" siempre supo que a las mujeres les gustan esos detalles. Ella al final del día decía para sí misma, "cuantas mujeres están solas, sin el padre de sus hijos, él por lo menos trae la comida a casa y lo peor que me puede pasar es quedarme sola haciéndome cargo de Julio, además de tener que soportar las miradas morbosas de mis vecinos, los comentarios picantes de mis conocidos y los cuestionamientos de mis padres". Y así, día tras día, el espiral de dependencia emocional se incrementó a niveles en donde la pobre ya no se reconocía a sí misma, era un espectro, un alma atada al demonio llamado "Ojos de Rata".