Quisiera ser la brisa de tus mañanas
Flotar etéreo entre la comisura de tus labios
Cantarte al oído como un susurro otoñal
Iluminar tu rostro como el Sol vespertino
Frotar tu piel y erizar cada punto de tu dermis.
Quisiera ser la brisa de tus mañanas
Flotar etéreo entre la comisura de tus labios
Cantarte al oído como un susurro otoñal
Iluminar tu rostro como el Sol vespertino
Frotar tu piel y erizar cada punto de tu dermis.
A flechazos como a San Sebastián
A la parrilla como San Lorenzo
Oh, la gloria para los muertos
Justamente un demonio o grupo de demonios se llama "Legión", justamente como el nombre de la unidad de combate romana, en la época donde los romanos ejercían su dominio en Judea, la tierra de Jesús.
Caín, no es más que una representación alegórica de lo que los agricultores (Abel) pensaban sobre los pastores (que eran incivilizados) en teoría Caín es un demonio. Baal, un poderoso demonio no es más que el dios de los babilonios representante de las tormentas y las lluvias, estigmatizado por los hebreos por ser la divinidad a la cual rendían culto los pueblos amorreos, cananitas, babilonios y filisteos.
En síntesis, el bien y el mal descritos en los libros religiosos no son más que formas primitivas de describir ideas abstractas que para ser mejor comprendidas se las caracteriza en figuras que no agradan a tal o cual grupo social.
En síntesis, bolapa la tema.
Escribo para no olvidar, mi mente me juega perversamente
hacia el olvido.
Recuerdo para escribir y volver a recordar, no olvidar que escribí
Quedar un poco más después de irme, dar vergüenza o no
ya no importará, pero en algún lugar alguien encontrará
que no me olvidé de mi mismo.
Con los pies en barro, corriendo por el monte
atrás queda la villa, la raíz se corta de tallo
surge en el cielo una nube negra
pero, no es tormenta, es lluvia bondadosa.
Como una última vez se vuelve la primera
como el hambre del niño no conmueve al padre
y así, la culpa arropa durante el sueño
y los dientes sangran y la lengua se contrae
Ir y volver, soñar que todo está bien
quien tiene la última palabra
es el derrotado que sobrevive
el que no fue muerto dentro del vientre
En el caos navega y busca el pan como brújula
todas las noches, sin poder ver las estrellas
llora porque escucha que le va bien
pero en el fondo se siente mal
Canta por la mañana y se asigna logros
pero sabe que suyos no son
se sabe impostor, como el síndrome
pero no se equivoca, lo es y lo seguirá siendo
Per secula seculorum, per secula.
¿Qué pasa por la mente del autor de música y letra? ¿Cómo logra ensamblar su inspiración? Me intriga.