Con toda su fuerza, cae el mazo
golpea el yunque de nuestra obstinación
cruel destino el que nos toca
desear la absurda vida de Dios
morir para llegar a su encuentro
pero, ¿en dónde encuentro el timbre
para llamar a su morada?
Violenta justicia que desgarra
nuestros caprichos y voluntades
estamos solos y desnudos esperando
esa redención que nunca termina de llegar
amor, drogas, sueños, insomnio
depresión, cartas no enviadas, frases calladas
y el tiempo implacable se lleva
todo, todo y más que todo
nos arrebata a la nada.
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