Abarrotado de deseos, envuelto en el pecado de entre tiempo
Quiero quedarme contigo, pero irme con los demás de vez en
cuando
Porque me cuesta, realmente cuesta, como el todo de
existencia cuesta
Cuesta la vida inmensa, aquella que va ligera y olvida cerrar
puertas
Abriendo ventanas en donde la brisa se escapa y la
respiración se comprime
en pulmones que no aflojan hacia la boca esas palabras que
inflaman el pecho.
Pero, nunca más quisiera dudar, nunca pero nunca más
quisiera dejarme ir
antes de tiempo, de saber que se extingue en minutos inmensos
y momentos vanos.
Nunca más querría ir antes del final, nunca cerrar el
capítulo que contiene tu nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario