tan soberbia como Babel
su impureza babilónica la condenó
En ruinas, pervertida, corrupta
en copas de oro y plata bebía impune
la sangre de sus inocentes esclavas
En lo más alto de la torre se lanzaba
la lanza de Hodur para confirmar
que la soberbia de los dioses es bien mortal
No va a durar su gloria los mil años estimados
la sangre es una mancha muy cara de lavar
solo hay una Roma y eterna ya no es.
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