Tuve una fantasía, en dónde pagaba mis deudas asumidas
con dinero real e imaginario, compensaciones que le llaman
y unos me miraban con satisfacción y otros estupefactos
orgulloso daba lo que me faltaba, para cumplir con el pasado
El tiempo de la culpa se acababa para siempre
cerraba la billetera de la pesada carga por vivir
una existencia no solicitada y mucho menos planeada
por fin, a mis deseos me entregaba
Pero al final, mis deseos sobrepasaban mi realidad
entonces volví a asumir las deudas que me cuestan vivir
no estoy en el plan de nadie que quiera cooperar para gastar
ese crédito contraído con anterioridad, y eso me fulmina.
Soy libre, pero con el costo de la soledad y el vacío moral
quiero pagar la deuda, la esclavitud de tener un propósito
que me lleve hasta la tumba y que esos ojos cuyas miradas
me revivieron, sean las que me lloren en mi final.
Que egoísta es mi deseo, pero innegablemente mío
pues toda mi vida viví para mí y nadie más
o eso es lo que creí, mientras asumía la vida de los demás
como un interés insalvable por pagar.